Artículo elaborado por Eleonor Nolan,
20 de Mayo, 2020.

Argumento:
Situémonos unos años después de la revolución francesa. La realeza había sido desterrada. Constantemente había disturbios. En uno de estos episodios el hermano de la protagonista, Etienne Clary, es detenido por equivocación. Debido a ello, su esposa y su hermana menor (quien es, por supuesto, la propia Désirée) acuden al ayuntamiento para pedir su liberación ante la autoridad correspondiente; es decir, un hombre que infunde miedo por su rigurosidad pero que bien puede acceder a su petición.
Bernardine Eugénie Désirée, una joven de apenas catorce años, un poco despistada, se queda dormida en el ayuntamiento y se despierta después de transcurridas varias horas.
Todo está oscuro. No hay nadie por ninguna parte que pueda orientarla. ¿Se han olvidado de ella? ¿Dónde están su hermano y su cuñada? Pero, esperen, ahí hay un joven… Un joven que se apellida Bonaparte.
Este muchacho acompaña a la chiquilla hasta su hogar.
«No es agradable para una joven caminar sola por la ciudad a estas horas de la noche».
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 26)
—Es demasiado amable, señor, pero no puedo aceptar … —repliqué avergonzada. «Usted mismo ha dicho que quería partir ya mismo hacia su casa».
Él rió: “Un amigo de Robespierre no admite contradicciones. Tomaremos un dulce cada uno, y luego nos iremos».
Mientras caminan por las calles de Marsella, Désirée le sugiere a su acompañante que la visite al día siguiente; en otras palabras, lo invita a su casa y le pide que asista junto con uno de sus hermanos; le asegura que pasarán una tarde adorable en compañía de Julie y la suya.
“¿Julie? Hasta ahora solo he oído hablar de Suzanne y Entienne, no de Julie. ¿Quién es Julie?
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 29)
(…)” Julie es mi hermana”, le dije.
«¿Mayor o menor?» Sonaba profundamente interesado.
«Mayor. Tiene dieciocho años «.
«¿Y es, acaso, linda?»
«Es muy bella.»
(…)»¿Lo juras?»
«Ella tiene unos hermosos ojos marrones», declaré, y así era efectivamente.
De esta forma entran en su vida Joseph Bonaparte, quien luego desposaría a Julie Clary, y Napoleón Bonaparte.
Désirée fue la primer prometida de Napoleón. Se comprometieron en la víspera de la boda de Joseph y Julie. El Napoleón que encontramos en estos instantes es un hombre mucho más sencillo que aquél que encontraremos después. En esos años era un simple General sin mucha pompa; dicho de otro modo, no era reconocido como tal más que por su propia familia y, claro está, por los integrantes del círculo militar en el que se desenvolvía. Cuando se comprometió con Désirée, la muchacha contaba con catorce años mientras que él tenía veinticinco. No obstante, el matrimonio no tendría lugar de forma inmediata a razón de una promesa por parte de Napoleón a la madre de Désirée por la cual aquél esperaría a que ésta cumpliese los dieciséis años de edad.
El tiempo transcurrió y Napoleón abandonó Marsella con la intención de concretar sus propios planes y ambiciones. Durante dos años no vería a su prometida en ninguna ocasión, aunque intercambiaría con ella infinita cantidad de cartas durante ese lapso. Su relación llegaría a su fin cuando Désirée, habiendo huido de su hogar, sin que nadie se percatase de ello, para evitar perder el amor de su prometido, se encontrase en medio de un salón repleto de gente contemplando cómo su amado pediría la mano de otra mujer. Por un breve momento, en esa noche fatídica, estarían frente a frente y en los ojos de él sólo vería indiferencia y furia.
“… ¿Creerás en mí, Eugenie? ¿Creerás en mí, pase lo que pase?
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 44)
Su rostro estaba bastante cerca del mío, tan cerca que temblé y cerré los ojos involuntariamente. Entonces sentí sus labios presionando fuertemente los míos, hasta que de repente -no sé cómo sucedió, ciertamente no fue lo que pretendía hacer- mis labios se separaron.
«Comprenderás mi conducta pase lo que pase, ¿no es así? », me preguntó Napoleón una vez (…) Por supuesto, pensé; te comprendo, Napoleón; claro que lo hago. Pero esto me romperá …
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 88)
Desde ahí en adelante, el río Sena, sería testigo de la agonía, las preocupaciones y los temores de Désirée.
Caminamos por los alrededores, y al llegar allí nos posicionamos, uno al lado del otro, en medio del puente, inclinándonos sobre su borde. Las mil luces de París bailaban, arriba y abajo sobre las olas del río.
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 124)
Años después, Désirée se casaría con Jean Baptiste Bernadotte; un hombre quince años mayor que ella que rivalizaría con Bonaparte en todas las instancias sentimentales y políticas que habrían de presentársele.
A lo largo de veinte años, Désirée y Napoleón volverían a encontrarse una y otra vez. Algunas de estas ocasiones a solas; íntimamente a solas, con una cercanía peligrosa; quizás mucho más para ella.
«Si puedo ser tan valiente como para hacer una solicitud, estaría muy agradecida a Su Majestad si pudiéramos ir al palco nº 17.»
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 229)
No confiaba en sus oídos. Inclinándose hacia adelante, arqueó las cejas y repitió: «¿Palco nº 17?»
Asentí.
Napoleón miró alrededor del escenario. Josephine estaba conversando con varias damas, Joseph parecía estar arengando a Talleyrand, y su malhumorado hermano Louis, y los Mariscales, estaban distribuidos en la pista de baile. Sus ojos se entrecerraron y comenzaron a parpadear. «¿Será apropiado, pequeña Eugenie?»
Sí, una cercanía a veces no intencional, y otras buscada con una ansiedad camuflada detrás de los buenos modales y las correspondientes reglas de etiqueta. Una proximidad que también a él llegaría a quemarlo por dentro.
«Una lástima que esté casada con Bernadotte», dijo.
(Désirée, Annemarie Selinko. Traducción de la versión en inglés; The Reprint Society’s editions, 1954; página 402)
Rápidamente encontré, a tientas, la puerta.
A mis espaldas, gritó mi nombre. «¡Eugénie!»
Pero ya había llegado a su gran estudio brillantemente iluminado.
Estructura de la novela:
Los hechos nos son revelados a través de los escritos asentados por la propia Désirée en un cuaderno en blanco que su padre le regaló para que relatase su vida como ciudadana de un país que él creyó que había alcanzado su consolidación como república en nombre del lema «libertad, igualdad y fraternidad» surgido a partir de la revolución.
La novela está narrada en primera persona del singular. A través de la lectura nos enteramos de diferentes eventos como el nacimiento del hijo de la protagonista, de nombre Oscar, quien fue ahijado de Napoleón a petición de éste último.
El tipo de escritura es sencillo, y en ocasiones juega con la secuencia en que han sucedido los hechos.
La excusa para detallar determinados acontecimientos es enfocarse en los sentimientos de la propia Désirée en distintas etapas de su vida; ya en los primeros años de juventud, ya en la adultez, ya en la vejez. El amor, el despecho, los celos y la inseguridad están presentes a lo largo del libro en circunstancias en las que Désirée se ha visto ignorada y subestimada.
Análisis de los personajes:
En cuanto a los personajes, es interesante destacar algunos de ellos, como por ejemplo:
▪Jean Baptiste Bernadotte
Jean Baptiste Bernadotte es representado como un hombre integro, de carácter firme, a la vez cariñoso con su esposa e hijo; contaría con la compañía de Désirée hasta el día de su muerte.
Francés de nacimiento, fue un republicano y, probablemente, de la época de la revolución francesa data el tatuaje que encontraron en su cuerpo una vez fallecido (esta información no es revelada en la novela). El mismo rezaba «Muerte a los reyes»[i]. Resulta curioso este dato teniendo en cuenta que Jean Baptiste ejerció el reinado de Suecia y Noruega con el nombre de Karl XIV Johan. Jean Baptiste Bernadotte es introducido, además, como una figura opuesta a Napoleón en todo aspecto, principalmente en cuando se refiere a ética y moral.
▪Julie Clary
Otro personaje a resaltar es Julie Clary, la hermana mayor de Désirée. La misma es descrita al comienzo de la novela como una mujer de dieciocho años que ejerce un cierto control sobre la menor de la familia por las libertades y privilegios que cuatro años de diferencia le otorgan sobre ésta. Un tanto desdeñosa, y caprichosa, se muestra constantemente de mal humor ante los demás. Conforme pasan los años, notamos que Désirée adquiere un dominio sobre sí misma que la coloca en una situación más favorable que la de Julie, quien, en cambio, asume el papel de mujer frágil e insegura, necesitada de los constantes socorros por parte de su marido, Joseph Bonaparte, y de la todavía inexperta Désirée.
▪Joseph Bonaparte
También es atrayente la personalidad de éste personaje. En sus primeras apariciones impresiona como un individuo seguro de sí mismo; sin embargo, más adelante podemos observar que comparte el mismo carácter que su esposa y se escuda en la reputación de Napoleón para ocultar sus vacilaciones y obtener favores en nombre de su hermano. A su vez, Joseph está profundamente convencido de que el destino de Napoleón eclipsó el que hubiera podido ser el suyo. Por otro lado, y para compensar estos aspectos de su vida, en su vínculo afectivo con su esposa, ocupa de alguna manera el lugar que hubiera querido representar en la política. Por ende, Julie es delineada como una mujer enamorada de su marido, a quien apoya en nombre de ese amor, dejando de lado sus propios deseos para seguir el camino que él traza para ambos.
▪Lucien Bonaparte
Otros de los hermanos Bonaparte que se destaca por sí mismo es Lucien. Es un joven honesto y juicioso. Como Bernadotte, es un defensor de los principios estructurales de la República. También tiene una gran capacidad oratoria. Desempeñaría un rol fundamental a la hora de posicionar a Napoleón como Primer Cónsul. Sin embargo, más tarde se enfrentaría a éste debido a las excentricidades del susodicho al querer direccionar su vida.
▪Laetitia Bonaparte
La madre de los Bonaparte, Laetitia, aparece con dos caracterizaciones diferentes en la historia. Durante los primeros años de carrera militar de su hijo mayor, no es más que una mujer perteneciente a un estrato social pobre; tosca en sus modales, y preocupada en extremo por el bienestar de sus hijos. Tras el éxito político de Napoleón, se la presenta, en cambio, como una señora de alto linaje, ataviada con pieles y joyas, y con maneras algo más refinadas por su roce con la realeza.
▪Joséphine de Beauharnais
Joséphine de Beauharnais, la primer esposa de Napoleón, es una mujer, a diferencia de Laetitia, que siempre ha pertenecido a la alta esfera parisina. Aún así, solía verse comprometida por numerosas deudas que serían luego saldadas, en su mayor parte, durante su segundo matrimonio. Arrogante, sarcástica, no está exenta de ser una mujer vulnerable, dando muestras de amabilidad y aprecio por su familia, de manera equiparable a Laeticia con respecto a la suya.
▪Hortense de Beauharnais
Respecto a Hortense, la hija mayor de Joséphine, también encontramos comportamientos opuestos a lo largo de la narración. En primer lugar, observamos a una jovenzuela de catorce años, insegura de sí misma y sumisa, al mismo tiempo secretamente enamorada de su padrastro. Luego, y en segundo lugar, advertimos que adopta un aire señorial cuando Napoleón se convierte en Emperador.
▪Marie (Apellido; desconocido)
Por último, contamos con la presencia de Marie, la mujer que crió a Désiree. Fue una segunda madre para ésta. Más tarde, también sería quien ayudase a Désirée a criar a su hijo durante los primeros años de vida del pequeño. Marie se convirtió en confidente de Désirée durante su romance con Bonaparte. En relación a esto último, la doncella le entregó a la joven un medallón de oro para que en caso de necesidad obtuviese con su venta el dinero necesario para regresar de París; nos estamos refiriendo a aquella ocasión en la cual Désirée escapó de su casa. En cuanto al carácter de la criada, Marie exhibe una compostura ejemplar; a su vez, también ostenta una sensibilidad peculiar que le permite empatizar con la pequeña Clary. Es por esto que Désirée se convierte en el único integrante de la familia a quien realmente aprecia.
Espacio físico:
En los primeros capítulos, la narración se desarrolla en la casa donde Désirée vivió su infancia; una pequeña vivienda en Marsella. Esta casa debe haber dejado fuertes huellas en la memoria de la joven para que en el transcurso de la historia tengan preponderancia únicamente aquellos espacios de dimensiones similares o capaces de evocar las sensaciones que experimentó en dicho hogar. Así, podemos tener en cuenta las descripciones de las dos primeras casas en las que Désirée vivió con su marido en detrimento de los palacios en los que ocasionalmente debió pasar parte de sus días. Si bien en el libro no hay una exposición clara de unos u otros, el lector intuye que la protagonista sólo puede sentirse reconfortada en esos pequeños recovecos.
Curiosidades:
Los rasgos faciales de Napoleón, así como la postura de su cuerpo, tienen una importancia especial en la novela. En los breves momentos que ambos personajes comparten tras romper su compromiso, hallamos una exhaustiva enumeración de pequeños detalles que serían irrelevantes para cualquiera. Resulta llamativa esta capacidad por parte de Désirée para recordar cada fragmento del rostro de Napoleón en contraste con su dificultad para brindar al lector una descripción similar sobre la fisonomía de su marido a quien amó profundamente.
Esta habilidad también abarca todo lo que rodea a Napoleón. Es posible recopilar más información sobre los modales y gestos de la familia de su anterior prometido que de la suya propia. Lo mismo ocurre al establecer una comparación entre las descripciones de los recintos del Palacio de Versalles, donde más de una vez se daría cita con Napoleón, y las residencias donde transcurriría su vida adulta (pese al valor afectivo por el cual se destacarían éstas).
[i] www.napoleon.org: «BERNADOTTE, Jean-Baptiste-Jules (1763-1844), maréchal, roi de Suède et de Norvège»
Muy interesante el enfoque!!!