
Entrevistador: Buenas noches a nuestra querida audiencia. Hoy, en nuestro primer programa de «Y usted, ¿qué piensa?» tenemos como invitados a Oscar Wilde, Alejandro Dumas y William Shakespeare. El tema del programa de hoy es «Relaciones interpersonales en los tiempos actuales». Dirigiéndome ahora a nuestros invitados, díganme, ¿cómo ven a la sociedad de hoy día en contraste con el siglo pasado?
William Shakespeare: Hoy por hoy, «la vida es como un cuento relatado por un idiota. Lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido.»
Entrevistador: ¿Ninguno? ¿Y por qué es eso?
Oscar Wilde: Yo podré responderle. Verá, el asunto reside en que «lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe. Eso es todo»
Entrevistador: Lo que usted dice, señor Wilde, es cierto, y se puede comprobar en el hecho de que las relaciones humanas se han vuelto cada vez más superfluas.
Alejandro Dumas: Es lamentable. «Cuando comparas las tristezas de la vida real con los placeres de la imaginación, nunca quieres volver a vivir sino para soñar para siempre.»
Entrevistador: ¿Qué piensan sobre el vínculo de amistad como tal que hoy en día une a las personas?
William Shakespeare: «En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.»
Entrevistador: ¿Opinan todos lo mismo? ¿Creen que actualmente hay que vivir engañados sobre la naturaleza de la otra persona para que una relación funcione?
Alejandro Dumas: «La sabiduría humana se encierra por entero en estas dos palabras: ¡Confiar y esperar!»
Entrevistador: O sea que usted está en desacuerdo con el señor Shakespeare.
Alejandro Dumas: Nunca dije que hubiera que confiar en las personas.
Entrevistador: Comprendo. Ahora bien, existen amistades sinceras que llegan a durar toda una vida. Son pocas, pero existen. La amistad es tan poco frecuente como el amor de pareja. ¿Qué opinan sobre este último? ¿Qué sucede cuándo un amor intenso llega a la vida de una persona?
Alejandro Dumas: «Cuando el amor desenfrenado entra en el corazón, va royendo todos los demás sentimientos; vive a expensas del honor, de la fe y de la palabra dada.«
Entrevistador: Y eso genera sufrimiento.
William Shakespeare: Claro, pero no es culpa del amor, sino de nuestra elección del objeto amado. A menudo, teniendo a nuestro lado alguien que nos hace feliz, somos nosotros quienes ocasionamos la causa de nuestro mal. «Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien.»
Oscar Wilde: Exacto. Y ese es nuestro castigo. «El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.»
Alejandro Dumas: «Las heridas morales tienen esta peculiaridad: pueden estar ocultas, pero nunca se cierran; siempre son dolorosas, siempre están listas para sangrar cuando se tocan, permanecen frescas y abiertas en el corazón.»
William Shakespeare: Coincido. «Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente.»
Entrevistador: Y ¿qué se puede hacer entonces para no cometer tales errores?
Oscar Wilde: En primer lugar, «sé tú mismo, el resto de los papeles ya están cogidos».
William Shakespeare: Y para ello, «antes que nada, ser verídico para contigo mismo. Y así, tan cierto como que la noche sigue al día, hallarás que no puedes mentir a nadie.»
Oscar Wilde: En segundo lugar, «nunca quieras a nadie que te trate como si fueras ordinario.»
Alejandro Dumas: No hay que olvidar además este otro punto. «Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no les darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico.»
Entrevistador: Lo que se traduciría en no mostrarse desesperado por conseguir el afecto de una persona. ¿Y cómo no dejarse corroer por el dolor? ¿Qué piensan sobre la venganza que desean llevar a cabo quienes han sufrido por amor?
Alejandro Dumas: » Cuando un hombre decide vengarse, primero debe arrancar el corazón de su pecho.» «El odio es ciego; la ira te arrastra; y el que derrama venganza corre el riesgo de saborear una corriente amarga.»
Oscar Wilde: No tiene sentido vengarse.
William Shakespeare: No sé si lleva usted razón, Wilde. «No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.»
Entrevistador: En caso de las infidelidades, ¿cree usted, señor Shakespeare que se deben perdonar?
William Shakespeare: En absoluto. «Nada envalentona tanto al pecador como el perdón». Daría mi vida por defender ésta verdad.
Oscar Wilde: Querido William, «Una cosa no es necesariamente cierta porque un hombre muera por ello.»
William Shakespeare: ¡Moriré igual!
Oscar Wilde: ¿… como lo hizo Julieta?
William Shakespeare: ¡Sí! ¡Como lo hizo Julieta!
Entrevistador: Los hombres hoy en día se muestra indecisos a la hora de cortejar a una mujer. ¿Qué piensan al respecto?
Alejandro Dumas: Eso es pura inseguridad. «Una persona que duda de sí misma es como un hombre que se alista en las filas de sus enemigos y blande sus armas contra sí mismo.» O quizás se trate de ignorancia, lo cual es lo mismo. «La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.»
William Shakespeare: Exacto, hay que arriesgarse para obtener lo que se desea. «El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.»
Entrevistador: ¿Tiene algo que agregar, señor Wilde?
Oscar Wilde: «Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.»
Entrevistador: Muchas gracias a los tres por su presencia.
William Shakespeare: De nada.
Oscar Wilde: De nada.
Alejandro Dumas: De nada.
Entrevistador (Al público): Nos volveremos a encontrar cuando logremos compaginar las agendas de nuestros próximos invitados. Disfruten ustedes del resto de la velada.