Hugh Thomson; Ilustraciones, Orgullo y Prejuicio (1894)

«El civismo obsequioso.»; Capítulo LX

Hugh Thomson fue un ilustrador británico de la época victoriana. Nació el 1 de junio de 1860 en Coleraine, una ciudad situada en el distrito de Causeway Coast and Glends, en Irlanda del Norte.

Hijo de John Thomson, un comerciante de té, y Catherine Andrews, fue el mayor de tres hermanos; dos varones y una mujer. La única educación formal que recibió fue a edad temprana, mientras asistía a la Escuela Modelo Coleraine. A los catorce años abandonó sus estudios para trabajar en la casa E. Gribbon & Sons, Linen Manufacturers en Strand Road. Como su nombre lo indica, dicha fábrica se dedicaba al comercio de lino. Se cree que fue allí donde John Campbell, quien se desempeñaba en la industria textil, tuvo oportunidad de conocerle, y tras descubrir su talento artístico, oficiar de intermediario entre John Vinycomb, jefe del departamento de arte de la editorial e imprenta Marcus Ward & Co, y el joven que tendría tan sólo diecisiete años por aquel entonces. Otros consideran que fue el propio John Vinycomb quien se sintió cautivado por el muchacho en un evento de E. Gribbon & Sons, Linen Manufacturers a razón de un emotivo homenaje al director de la fábrica que, tras haber conseguido un empleo en otra empresa, abandonaba su puesto en dicha compañía.

De una u otra forma, Hugh Thomson fue contratado por John Vinycomb y en 1877 empezó a trabajar para Marcus Ward & Co. Allí se desempeñó como aprendiz. Se desconoce cuáles fueron los aportes del joven, aunque se afirma que llegó a ser un personaje de peso con el paso de los años.

En 1883, con apenas veintitrés años de edad, Hugh Thomson se mudó a Londres. En dicha ciudad despertó el interés de los editores de Macmillan & Co, por lo que se convirtió en uno de los colaboradores de The English Illustrated Magazine; revista fundada por aquella compañía. Sus ilustraciones para esta publicación de tirada mensual le permitieron conocer a Randolph Caldecott, y más tarde a Herbert Railton quienes ejercieron una favorable influencia sobre su propio estilo artístico. La técnica empleada por Hugh Thomson consistía en el trazo de líneas finas, con pluma y tinta negra.

Posteriormente ilustró gran cantidad de libros para el departamento central de Macmillan & Co. En 1891, la reedición de Crandford, novela episódica de veinticuatro volúmenes escrita por Mrs. Gaskell, de la cual Hugh Thomson ilustró los once primeros, le valió el merecido reconocimiento por su labor artística. Dicha publicación alcanzó tal notoriedad que Hugh Thomson fue contratado, a su vez, por la editorial George Allen & Co para ilustrar una reedición de Orgullo y Prejuicio, escrita por Jane Austen. Esta tirada fue conocida posteriormente como The Peacock Edition por su ilustración de un pavo real desplegando una inmensa cola en la portada del libro. The Peacock Edition, profusamente ornamentada, ostentando ciento sesenta ilustraciones, se convirtió rápidamente en un objeto codiciado por los coleccionistas.

1) Acertijos

a. Letra Capital o Capitular

The Peacock Edition se caracteriza por ciertas particularidades. Entre ellas, quizás la de mayor interés para los bibliófilos sea el enigma detrás de las ilustraciones de cada letra capitular; es decir, aquella con la cual empieza un capítulo.

En la mayoría de los casos, para interpretar el significado de estos dibujos, es preciso releer Orgullo y Prejuicio. Aún así, en un análisis pormenorizado de la presente obra literaria, habrá ocasiones en que será considerablemente más difícil descifrar el sentido de algunas de aquellas viñetas. No obstante, en tales situaciones un pasaje del capítulo en cuestión permitirá revelar el críptico mensaje detrás de la misma. Por ejemplo, en el capítulo IV, Hugh Thomson, al esbozar a una muchacha con un gorro cubriendo sus ojos mientras camina a tientas, ha querido hacer referencia a la siguiente cita textual correspondiente a un diálogo entre Jane y Lizzy; es decir, las hijas mayores del matrimonio Bennet.

…eso es lo que resulta inexplicable. ¡Con tu buen sentido, ser tan honestamente ciega ante las locuras y tonterías de los demás!

(Orgullo y Prejuicio, Jane Austen; George Allen & Co, 1894. Traducción del Inglés al Español).

Para tranquilidad del lector, como ya se ha dicho, en la mayoría de los casos será suficiente con estar al corriente de los hechos más relevantes de la novela para resolver estas adivinanzas. Por otro lado, es preciso mencionar ciertas curiosidades un tanto cómicas al respecto de estos dibujos. Con tal propósito, enfocaremos nuestra atención en el Capítulo VII donde podemos observar a Lydia y Kitty, hijas menores de la familia Bennet, embelesadas al contemplar a un oficial de milicia con una guerrera roja.

Esta ilustración no guarda relación alguna con aquella situada en el margen superior de la página. Es un detalle que se presenta con frecuencia, ya que la ornamentación de las letras capitulares es, ni más ni menos, una simple adivinanza para entretener al lector. Por el contrario, la imagen superior centrada arriba del texto de cada capítulo representa, salvo contadas excepciones, una de las tantas escenas memorables del mismo. En este sentido, en el Capítulo XII ocurre una situación inusual; ambas viñetas interactúan entre sí. El señor Bingley se encuentra situado en el margen izquierdo de la hoja agitando un pañuelo para despedir a Lizzy y a Jane quienes abandonan Netherfield Park para regresar a Longbourn.

Otra peculiaridad, que hasta ahora no hemos analizado, es un tipo de decoración utilizada con el fin de embellecer el título de un capítulo, y no así resaltar ningún gesto caricaturesco de uno de los personajes de la historia. En los capítulos XIII y XIV, la ilustración correspondiente a la letra capitular y aquella que encabeza la página constituyen un mismo cuadro.

El significado de cada una de las imágenes que acompañan a las sesenta y una letras capitulares de Orgullo y Prejuicio se exhibe en la siguiente tabla.

Tipografía en Mayúscula
Tabla 1.1
CapítuloSignificadoCitaIlustración
IEl pavo real simboliza la vanidad, mientras el niño que tira de su cola representa a Cupido intercediendo a favor del amor.________
 
IIEl Sr. Bennet visita al Sr. Bingley, su nuevo vecino.«El Sr. Bennet fue uno de los primeros en visitar al Sr. Bingley”.
 
IIILa Sra. Bennet, «fishing for compliments»; es decir, aguardando recibir cumplidos por sus hijas.“…él no la admiraba en absoluto; de hecho, nadie puede, ¿sabes? y parecía bastante impresionado con Jane mientras ella danzaba. Entonces él preguntó quién era ella, se la presentaron y le pidió que bailase con él las dos siguientes piezas.»

“Pero puedo asegurarles”, añadió, “que Lizzy no pierde mucho por no complacer sus gustos; porque es un hombre muy desagradable y horrible, que no merece la pena agradar en absoluto.

IVJane Bennet, hija mayor del matrimonio Bennet, cegada por su bondad.“—¡Querida Lizzy!
—Oh, eres demasiado propensa, ¿sabes?, a que te guste la gente en general. Nunca ves un defecto en nadie. Todo el mundo es bueno y agradable a tus ojos. Nunca te escuché hablar mal de un ser humano en mi vida.
—Me gustaría no apresurarme a censurar a nadie; pero siempre hablo lo que pienso.
—Sé que sí: y eso es lo que resulta inexplicable. ¡Con tu buen sentido, ser tan honestamente ciega ante las locuras y tonterías de los demás!»
 
VSir. William Lucas, disfrazado de caballero de la corte.“Sir William Lucas había trabajado anteriormente en Meryton, donde había hecho una fortuna considerable y había ascendido al honor del título de caballero gracias a un discurso dirigido al rey durante su alcaldía. Tal vez la distinción se haya sentido con demasiada intensidad. Le había causado disgusto por su negocio y por su residencia en una pequeña ciudad comercial; y, por ello, se había mudado con su familia a una casa a una milla de Meryton, bautizada por él mismo como Mansión Lucas; donde podría pensar con placer en su propia importancia y, libre de los negocios, ocuparse únicamente de ser cortés con todo el mundo”.
 
VIRepresentación de una de las hermanas del Sr. Bingley, disfrazada de «Lady» de la nobleza británica.«Las señoras del Longbourn no tardaron en corresponder a la atención de las de Netherfield. La visita fue devuelta en debida forma.»
 
VIIKitty y Lydia, las hijas menores del matrimonio Bennet, embelesadas al contemplar a un oficial de la milicia.________
 
VIIIRepresentación de la Sra. Hurst, o de la Srta. Bingley contemplando las agujas del reloj para saber si es la hora indicada para ir a cambiar de vestido.«A las cinco en punto las dos damas se retiraron a vestirse, y a las seis y media llamaron a Lizzy a cenar.»
 
IXUna de las sirvientas del Sr. Bingley, en Netherfield Park, golpeando a la puerta del dormitorio en el que se encuentra Jane Bennet.“Lizzy pasó la mayor parte de la noche en la habitación de su hermana, y por la mañana tuvo el placer de poder enviar una respuesta satisfactoria a las preguntas que recibió a temprana hora de la mañana del Sr. Bingley a través de una criada, y unos minutos después de la dos elegantes damas que atendían a su hermana.”
 
XEl médico tomando el pulso a  la enferma; es decir Jane.________
 
XILizzy abrigando a su hermana Jane para resguardarla de las corrientes de aire.“Cuando las damas se retiraron después de cenar, Lizzy corrió al cuarto de su hermana y, al verla bien protegida del frío, la acompañó al salón, donde fue recibida por sus dos amigas con muchas manifestaciones de placer. Lizzy jamás las había conocido tan agradables en su trato como durante la hora que pasó antes de que aparecieran los caballeros.“
 
XIIEl Sr. Bingley despidiendo a Jane y Lizzy, quienes regresan en carruaje a Longbourn.________
 
XIIIEl olivo de la paz que el Sr. Collins envía al Sr. Bennet, su primo.“Además, como clérigo, siento que es mi deber promover y establecer la bendición de la paz en todas las familias dentro del alcance de mi influencia; y por estas razones, me enorgullezco de que mis presentes propuestas de buena voluntad sean muy encomiables, y que la circunstancia de que yo sea el siguiente sucesor en la propiedad de Longbourn será amablemente ignorada por su parte y no le llevará a rechazar el olivo de la paz que le ofrezco.»
 
XIVUn niño desnudo contemplando su rostro en un espejo; el primero, símbolo de la humildad, el segundo, de la arrogancia y la vanidad.[Nótese que está cita corresponde al capítulo XV, y es el único caso en el que el significado de la ilustración queda explicada por un pasaje de un capítulo distinto al cual se hace referencia.] «El Sr. Collins no era un hombre sensato, y la educación o la sociedad habían ayudado poco a la deficiencia de la naturaleza; la mayor parte de su vida la pasó bajo la guía de un padre analfabeto y avaro; y aunque asistió por un tiempo a una de las universidades, tan sólo había adquirido unos pocos conocimientos sin convertirse en un hombre ilustrado. La sujeción en la que su padre lo había criado le había dado originalmente una gran humildad de modales; pero ahora estaba en gran medida contrarrestado por la vanidad de una persona débil, que vivía retirada en su parroquia y con los consiguientes sentimientos de prosperidad temprana e inesperada ya expresados.“
 
XVEl Sr. Collins y una bandada de gaviotas revoloteando alrededor de sus presas; las hijas del matrimonio Bennet.“Teniendo ahora una buena casa y unos ingresos más que suficientes, pensaba casarse; y al buscar una reconciliación con la familia Longbourn tenía en mente una esposa, ya que pensaba elegir a una de las hijas, si las encontraba tan hermosas y amables como las representaban los informes proporcionados. Éste era su plan de reparación –de expiación– por heredar el patrimonio de su padre; y le pareció excelente, lleno de elegibilidad e idoneidad, y excesivamente generoso y desinteresado por su parte.”
 
XVIEl Sr. Bennet echando  al Sr. Collins de su casa.«Como no se puso ninguna objeción al compromiso de los jóvenes con su tía, y todos los escrúpulos del Sr. Collins de dejar al Sr. y la Sra. Bennet por una sola noche durante su visita fueron rechazados con firmeza, el carruaje los llevó a él y a sus cinco primas a una hora conveniente a Meryton; y las jóvenes tuvieron el placer de oír, al entrar en el salón, que el Sr. Wickham había aceptado la invitación de su tío y ya estaba en la casa.»
 
XVIIRepresentación del Sr. Darcy, criticado por Lizzy a causa de los informes proporcionados por Wickham.________
 
XVIIILos oficiales del regimiento establecido en Meryton.“Hasta que Lizzy entró en el salón de Netherfield y buscó en vano al Sr. Wickham entre el grupo de casacas rojas allí reunidas, nunca se le había ocurrido dudar de su presencia (…) El hecho irrefutable de su ausencia fue declarado por su amigo Denny, a quien Lydia se dirigió con entusiasmo, y quien les comunicó que Wickham se había visto obligado a ir a la ciudad por negocios el día anterior y aún no había regresado “
 
XIXLizzy pidiendo a su madre que no la deje a solas con el Sr. Collins.“—Querida madre, no se vaya. Le ruego que no se vaya. El Sr. Collins debe disculparme. No puede tener nada que decirme que nadie pueda oír a su vez. Yo misma también me iré.
—No, no digas tonterías, Lizzy. Deseo que te quedes donde estás”. Y cuando Lizzy pareció, precisamente en ese momento, con mirada molesta y avergonzada, a punto de escapar, añadió:
—Lizzy, insisto en que te quedes y escuches al Sr. Collins.»

 
XXCupido patas para arriba por el rechazo de Lizzy al Sr. Collins.________
 
XXILa Sra. Bennet aplastando a Lizzy con un colchón por negarse a contraer matrimonio con el Sr. Collins.________
 
XXIICarlota Lucas, contando los minutos hasta que el Sr. Collins caiga rendido ante sus encantos.«… pero la amabilidad de Carlota iba más lejos de lo que Lizzy podía imaginarse: su intención no era otra que librarla de las atenciones del Sr. Collins, para atraer sus declaraciones amorosas hacia ella misma.»
 
XXIIISir. Williams Lucas con un Caduceo en la mano izquierda; representación del comercio, y por ello la negociación entre las partes implicadas.________
 
XXIVJane Bennet llorando al recibir una carta de la Srta. Bingley ratificando que tanto su hermano como ella se habrían marchado del condado de Hertford, sin intención alguna de regresar.«Por fin llegó la carta de la Srta. Bingley, disipando cualquier duda al respecto. La primer línea expresaba de forma terminante que ya se encontraban establecidos en Londres para pasar el invierno; y concluía con el disgusto de su hermano por no haber tenido tiempo de presentar sus respetos a sus amigos del condado de Hertford antes de abandonarlo.»
 
XXVEn primer plano, una esponja de mar, como símbolo de purificación; en segundo plano, el rostro de Poseidón, dios del mar, «Agitador de la Tierra» y por ello con la facultad de desencadenar tormentas e inundaciones. Representación de los males que han de azotar a la familia Bennet a pesar de la paz transitoria que el Sr. y Sra. Gardiner  traen al hogar de la Sra. Bennet.«Me pone muy nerviosa y triste verme tan contrariada por mi propia familia y tener vecinos que piensan en sí mismos antes que en los demás. Sin embargo, que hayas llegado justo en este momento es el mayor de mis consuelos, y te agradezco lo que me acabas de contar sobre la nueva tendencia de las mangas largas esta temporada.”

«Mi querida tía, ¿cómo se le pudo haber ocurrido? Tal vez el Sr. Darcy haya oído hablar alguna vez de una calle de Londres llamada Gracechurch, pero difícilmente pensaría que un mes de baños ininterrumpidos sería suficiente para limpiarlo de sus impurezas, si alguna vez entrara allí, y tenga por seguro que el Sr. Bingley nunca se mueve sin él.»

«La Sra. Bennet había dispuesto con tanto cuidado el entretenimiento para el Sr. y la Sra. Gardiner, que ni una sola vez comieron en familia. Cuando el compromiso era en casa, siempre algunos de los oficiales estaba invitado, y casi nunca faltaba Wickham. En tales ocasiones la Sra. Gardiner, que sospechaba ya algo por los cálidos elogios de Lizzy hacia él, los observaba atentamente sin suponer que, por lo que veía, estuviesen muy enamorados. Aún así, su mutua preferencia era más que evidente como para inquietarla; y decidió hablar a Lizzy sobre el tema antes de abandonar el condado de Hertford, y exponerle la imprudencia de alentar tal apego».

 
XXVILizzy, atendiendo a  las advertencias de la Sra. Gardiner, e impidiendo que Cupido la obligue a contraer matrimonio con Wickham.“Eres una chica demasiado sensata, Lizzy, para enamorarte simplemente porque te han advertido que no lo hagas; y, por tanto, no tengo miedo en hablarte con franqueza. En serio, procede con cautela. No te involucres, ni trates de involucrar a ese joven, en un afecto que la falta de fortuna haría tan imprudente”.
 
XXVIIDos personas paseando por los prados camino a Meryton.«Sin otros acontecimientos que estos en la familia de Longbourn, ni más variación que los paseos a Meryton, unas veces con lodo y otras con frío, transcurrieron los meses de enero y febrero.»
 
XXVIIISir Lucas, Mary Lucas y Lizzy Bennet viajando en carruaje hacia Hunsford para visitar a Carlota y al Sr. Collins, recién casados.________
 
XXIXEl Sr. Collins señalando con su bastón a Lady Catalina de Bourgh, caracterizada ésta como una Santa.«El triunfo del Sr. Collins, como consecuencia de esta invitación, fue completo. La ocasión de enseñar la grandeza de su patrona a sus asombrados visitantes, y de dejarles ver su cortesía para con él y su esposa, era exactamente lo que había deseado; y que se le diera la oportunidad de hacerlo tan pronto fue un ejemplo tal de condescendencia de Lady Catherine, que él ya no sabía cómo ponderarla lo suficiente.»
 
XXXEl Sr. Collins ocupado con sus tareas habituales, cultivando distinta variedad de plantas en su jardín.«Mientras Sir William estaba con ellos, el Sr. Collins dedicaba sus mañanas a llevarlo en su calesa y mostrarle el condado; pero cuando él se hubo marchado, toda la familia retomó sus ocupaciones habituales, y Lizzy se alegró de no ver tan a menudo a su primo; ya que la mayor parte del tiempo entre el desayuno y la cena lo pasaba ahora arreglando el jardín, leyendo o escribiendo, o contemplando el exterior desde la ventana de su despacho, la cual daba hacia la carretera.»
 
XXXILizzy y el Coronel Fitzwilliam’s en animada conversación en Rosings.«El coronel Fitzwilliam parecía realmente contento de verlos: cualquier cosa le resultaba grata durante su estadía en Rosings; y, además, la linda amiga de la Sra. Collins había cautivado mucho sus sentidos. Se sentó junto a ella y habló tan agradablemente de Kent y Hertford, así como de viajes, libros y música, que Lizzy nunca antes se había encontrado tan bien entretenida en esa habitación. Y dialogaron con tal jovialidad y fluidez que llegaron a llamar la atención de Lady Catherine; así como del Sr. Darcy.»
 
XXXIILizzy escribiendo una carta.________ 
XXXIIILizzy anonadada en los bosques del condado al ser sorprendida por Darcy en uno de sus paseos.«Más de una vez Lizzy, en sus paseos por los bosques, inesperadamente se encontró con el Sr. Darcy. Sintió la perversidad del infortunio que lo traía donde a nadie más llevaba.»
 
XXXIVLizzy repasando, una y otra vez, las cartas de Jane escritas para ella.«…como si intentara exasperarse lo más posible contra el Sr. Darcy, optó por repasar todas las cartas que Jane le había escrito desde que se hallaba en Kent.»
 
XXXVEl sol divisándose desde el horizonte, mientras Lizzy despierta agobiada por los sucesos del día anterior.«Lizzy despertó a la mañana siguiente con los mismos pensamientos y meditaciones que finalmente le habían cerrado los ojos la noche anterior.»
 
XXXVIWickham y el Sr. Darcy, ambos caracterizados como eclesiásticos, con una vela prendida en cada mano buscando el favor de Lizzy Bennet, como Santo al cual se colocan estas velas. La espada, por su parte, es aquella del símbolo de la justicia y representa la solidez con la cual se ejecuta el castigo a los culpables.«Si Lizzy, al hacer entrega el Sr. Darcy de la carta que había escrito aquella misma mañana, no esperaba que se renovasen las expresiones de su afecto, no podía igualmente imaginarse cuál sería su contenido (…) En este estado de perturbación mental, siguió caminando; pero no sirvió: al cabo de medio minuto la carta estaba desdoblada una vez más, y recomponiéndose lo mejor que pudo, retomó la mortificante lectura de todo lo relacionado con Wickham, y, procurando reflexionar sobre cada frase, el relato de sus relaciones con la familia Pemberley coincidía exactamente con lo que él mismo le había relatado, y la generosidad del difunto Sr. Darcy, aunque ella no estaba al tanto del alcance de la misma, concordaba igualmente con las propias palabras de Wickham. Hasta entonces, lo que el Sr. Darcy decía ratificaba cuanto su amigo le había contado; pero en lo referente al testamento, la diferencia era notable.»
 
XXXVIIEl Sr. Collins esperando divisar el carruaje del Coronel Fitzwilliam’s y el Sr. Darcy para despedirlos.«Los dos caballeros abandonaron Rosings a la mañana siguiente; y el Sr. Collins, que había estado esperando cerca del umbral para hacerles su reverencia de despedida, pudo llevar a casa la grata noticia de que gozaban de buena salud y un estado de ánimo tan animado como era de esperarse, después de la melancólica escena vivida recientemente en Rosings.»
 
XXXVIIIUna araña, en su telaraña. Representación de Lizzy, acorralada por el Sr. Collins, obligada a agradecer sus cortesías para con ella durante su estadía en Kent.«—De hecho, usted puede llevar un informe muy favorable sobre nosotros a Hertford, mi querida prima. Al menos me enorgullezco de que podrá hacerlo. Usted ha sido testigo a diario de las atenciones de Lady Catherine para con la Sra. Collins; y confío en que no parezca que su amiga haya cometido un error… pero será mejor guardar silencio sobre este punto, mi querida Lizzy. Permítame tan sólo asegurarle, como puedo hacerlo de todo corazón, que le deseo la misma felicidad en el matrimonio como nosotros. Mi amada Carlota y yo sólo tenemos una misma manera de pensar. Hay una notable semejanza de carácter e ideas entre nosotros.»
 
XXXIXUn chofer aguardando a Jane y Lizzy Bennet, junto a Mary Lucas para trasladarlas hacia Longbourn. «Era la segunda semana de mayo, en la cual las tres jóvenes mujeres salieron juntas desde la calle Gracechurch con destino al pueblo de —, en Hertford; y, mientras se acercaban a la posada en la cual el carruaje del Sr. Bennet las esperaría, rápidamente notaron, gracias a la puntualidad del cochero, a Kitty y Lydia asomadas desde el comedor de arriba».
 
XLLizzy, cocinando un estofado. Representación de aquella preparando a Jane para comunicarle las noticias referidas a Darcy y Wickham. «La impaciencia de Lizzy por contarle a Jane lo que había sucedido ya no podía ser disimulada; y finalmente, resolviendo suprimir todos los detalles que afectaban a su hermana y preparándola para ser sorprendida, le contó a la mañana siguiente lo principal de la escena entre el Sr. Darcy y ella».
 
XLIKitty y Lydia acongojadas por la partida del regimiento de la milicia hacia Brighton.________
 
XLIIUn arlequín contemplando una máscara de sí mismo; representación del Sr. Bennet.«… cautivado por la juventud y la belleza, y esa apariencia de buen humor que generalmente dan tanto una como otra, se había casado con una mujer cuyo débil entendimiento y mezquindad habían puesto fin al afecto conyugal muy poco después de celebrada la boda. El respeto, la estima y la confianza habían desaparecido para siempre; y todas las esperanzas al respecto de la felicidad doméstica se habían desvanecido (…) A su esposa le debía muy poco, salvo que su ignorancia y locura hubieran contribuido a su diversión, dicha que un hombre no quisiera tener que agradecer a su esposa; pero a falta de otros pasatiempos, un buen filósofo sabe sacar provecho a aquellos que se le conceden.”
 
XLIIILos bosques de Pemberley; la residencia del Sr. Darcy.«Mientras el carruaje avanzaba, Lizzy observó las primeras impresiones que se le ofrecían de los bosques de Pemberley con cierta perturbación; y cuando finalmente llegaron al albergue, su ánimo estaba muy agitado.»
 
XLIVEl Sr. y la Srta. Darcy camino a visitar a Lizzy y a sus tíos en Lambton.«Lizzy suponía que el Sr. Darcy y su hermana irían a visitarla al día siguiente de su llegada a Pemberley y, en consecuencia, decidió no salir de la posada en toda la mañana. Pero su suposición había sido errónea; porque los invitados se presentaron la mañana siguiente de su llegada a Lambton.» 
XLVLa Srta. Bingley enemistada con Lizzy Bennet durante su segunda visita a Pemberley.«Convencida como estaba de que la antipatía que la Srta. Bingley sentía por ella se debía a los celos, no pudo dejar de lamentar lo desagradable que sería para aquella su aparición en Pemberley, y tenía curiosidad por saber con cuánta cortesía por parte de dicha dama sería recibida ahora que sus relaciones debían ser reanudadas.»
 
XLVILizzy recibe las cartas de Jane, comunicando que Lydia se ha fugado con Wickham.«Lizzy se había sentido muy decepcionada al no encontrar carta de Jane al llegar a Lambton; y esta decepción se había renovado cada una de las mañanas allí transcurridas; pero al tercer día, sus angustia cesó al recibir dos cartas suyas a la vez, una de las cuales indicaba que había sido enviada erróneamente a otra parte. A Lizzy no le sorprendió, ya que la letra de Jane era poco más que ilegible.»
 
XLVIIUno de los hijos del matrimonio Gardiner, haciendo travesuras.«Los pequeños Gardiner, atraídos por la aparición de una silla de posta, estaban de pie en los escalones de la casa cuando el coche ingresó al prado; y al detenerse delante de la puerta, la alegre sorpresa que iluminó sus rostros y se manifestó en sus cuerpos, con una variedad de brincos y piruetas, fue la primera nota agradable de su bienvenida.»
 
XLVIIIEl Sr. Gardiner esperando carta del Sr. Bennet antes de partir a Londres y unirse a él en sus pesquisas.«Todos esperaban recibir carta del Sr. Bennet a la mañana siguiente, pero el correo llegó sin traer una sola línea suya. Su familia sabía que, en todas las ocasiones habituales, era el corresponsal más negligente y dilatorio; pero en dichas circunstancias esperaban que realizase un esfuerzo. Por lo tanto, tuvieron que concluir que no tenía ninguna información favorable que comunicar, pero incluso en ese escenario hubieran deseado tener noticias suyas. El Sr. Gardiner sólo había aguardado a que llegara una de ellas, antes de partir.»
 
XLIXEl cartero despachando una carta para el Sr. Bennet de parte del Sr. Gardiner.«—Les pido me perdonen, señoritas, por interrumpirlas, pero tenía la esperanza de que hubieran recibido buenas noticias de la ciudad, así que me tomé la libertad de venir a preguntar.
—¿Qué quieres decir, Hill? No hemos sabido nada de la ciudad.
—Querida señorita, -exclamó la Sra. Hill, muy asombrada- ¿ignora, pues, que el Sr. Gardiner ha enviado un expreso para el amo? Lleva aquí media hora y vuestro padre ha recibido una carta.»

 
L“A chicken and egg situation”; es decir, ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Dibujo de una mujer inclinada sobre una gallina y un huevo. Representación del dilema del Sr. Bennet sobre su patrimonio,«Al contraer matrimonio, el Sr. Bennet, consideró completamente inútil hacer ninguna clase de la economías, ya que daba por sentado que nacería un varón, el cual heredaría la propiedad, tan pronto como fuese mayor de edad, y de ese modo se mantendría a la viuda y a los hijos menores con una situación relativamente holgada. Pero fueron naciendo sucesivamente mujeres, y el varón nunca llegó; a pesar que la Sra. Bennet, incluso muchos años después del nacimiento de Lydia, había estado segura de que así sucedería. Al fin y al cabo, hubo que abandonar resignarse, y ya era demasiado tarde para ahorrar (…) Cinco mil libras habían quedado, por cláusulas matrimoniales, a disposición de la Sra. Bennet y sus cinco hijas, pero la proporción en que debían repartirse entre estas últimas dependía exclusivamente de los padres. Ése era un punto, al menos en lo que respectaba a Lydia, que debía resolverse con prontitud.»
 
LILydia y Wickham descendiendo de un carruaje como pareja de recién casados, con la intención de visitar a sus parientes en Longbourn.«Llegó el día de la boda de Lydia; y Jane y Lizzy sufrieron por ella probablemente más de lo que ésta sufría por sí misma. El carruaje fue enviado a recibirlos a —-, y debían regresar en él a la hora de la cena.»
 
LIILizzy leyendo la carta de la Sra. Gardiner, en la cual ésta explica la intervención del Sr. Darcy en los preparativos de la boda de Lydia y Wickham.«Lizzy tuvo la satisfacción de recibir una respuesta a su carta tan pronto como pudo. Apenas estuvo en posesión de ella, corrió hacia el pequeño bosquecillo, donde era menos probable que la interrumpieran, se sentó en uno de los bancos, y se preparó para que su curiosidad fuese satisfecha; dado que la extensión de la carta la convenció de que no contenía una negativa.»
 
LIIILizzy anudando una tira de tela alrededor del rostro de Wickham para tapar su boca.«El Sr. Wickham quedó tan perfectamente incomodado con esta conversación, que nunca más se tomó la molestia ni provocó a su querida hermana Lizzy al sacar a colación el tema; y aquélla se alegró de descubrir que había dicho suficiente para mantenerlo callado.»
 
LIVLizzy preparándose para dar un paseo por lo alrededores luego de la visita del Sr. Bingley y el Sr. Darcy.«Tan pronto como se fueron, Lizzy salió para recuperar el ánimo; o, en otras palabras, para insistir sin interrupción en aquellos temas que debían desanimarla más. El comportamiento del Sr. Darcy la sorprendió y la molestó».
 
LVEl Sr. Darcy y Bingley despidiéndose el uno del otro aquella misma mañana.«Unos días después de esta visita, el Sr. Bingley volvió a llamar, y solo. Su amigo lo había dejado esa mañana para ir a Londres, pero debía regresar a casa dentro de diez días»
 
LVIJane Bennet y Bingley, saliendo de la habitación mientras se produce la inesperada irrupción de Lady Catalina de Bourgh.«Los caballos eran de correo; y ni el carruaje ni la librea del sirviente que lo precedía les eran familiares. Sin embargo, como era seguro que alguien vendría, Bingley inmediatamente convenció a Jane de que, para evitar que su diálogo fuese interrumpido por desconocidos, lo acompañase a dar un paseo por el jardín.»
 
LVIIRepresentación de de Lady Catalina de Bourgh rompiendo el compromiso del Sr. Darcy con Lizzy Bennet, al separar las manos entrelazadas de los enamorados.«Al parecer, Lady Catherine se había tomado la molestia de hacer este viaje desde Rosings con el único propósito de romper su supuesto compromiso con el Sr. Darcy».
 
LVIIIJane, Lizzy y Kitty Bennet con el Sr. Bingley y el Sr. Darzy dando un paseo.«Los caballeros llegaron temprano; y, antes de que la Sra. Bennet tuviera tiempo de comunicar al Sr. Darcy que habían visto a su tía, razón por la cual Lizzy sintió un intenso temor pasajero, Bingley, que quería estar a solas con Jane, propuso a todos ir a dar un paseo. Ya que la Sra. Bennet no tenía la costumbre de caminar, y Mary nunca tenía tiempo libre, sólo los cinco restantes partieron.»
 
XLIXJane interrogando a su hermana Lizzy, al respecto de su paseo a solas con el Sr. Darcy.«–Mi querida Lizzy, ¿por dónde has estado caminando?» Fue la pregunta que Lizzy recibió de Jane tan pronto como entró en la habitación, y de todos los demás cuando se sentaron a la mesa.»
 
LXCupido llamando la atención del Sr. Darcy para que éste reparase en Lizzy Bennet como futura esposa. Nótese que el dibujo  gran semejanza con aquel del capítulo I; se trata, pues, de la misma representación.“—¿Cuál fue el principio?” -dijo ella-. Supongo que, una vez dado el primer paso, obedeciste a tu propia intuición; pero, ¿qué podría haberte incitado a ello en su momento?
—No puedo fijar la hora, ni el lugar, ni la mirada, ni las palabras que sentaron las bases. Fue hace demasiado tiempo. Estaba en el medio del camino antes de darme cuenta de que había comenzado.”

 
LXIDibujo de un muérdago; símbolo del  amor y la prosperidad.«Para sus sentimientos maternales, el día en que la Sra. Bennet se deshizo de sus dos mejores hijas fue uno de los más dichosos que pudiese rememorar. Es fácil adivinar con qué orgullo visitaba después a la Sra. Bingley a hablaba de la Sra. Darcy.»
 

b. Margen superior de página

Como ya se ha dicho, la imagen situada arriba del texto de cada capítulo representa, la más de las veces, una escena del mismo. No obstante, una pícara intención por parte de Hugh Thomson se advierte, en unas pocas ocasiones, de sembrar una incógnita.

Por ello, en el capítulo XII observamos al señor Collins y a Carlota Lucas, de rodillas, haciendo una reverencia a Sir. William Lucas y a su esposa. Otro tanto sucede en el capítulo XXIV, en el cual el señor Darcy, la señora Hurts y la señorita Bingley tiran del extremo de una soga mientras el señor Bigley junto a tres niños desnudos y alados tiran del otro. Aún más llamativa resulta la viñeta del capítulo XV, en la cual la señora Bennet ha congregado a sus cinco hijas mientras el señor Collins las contempla pensativo. Nótese que en este cuadro hay un cartel colgado en la pared que reza «net for sale».

El significado de cada una de estas ilustraciones se puede encontrar especificado a continuación.

Viñeta Central
Tabla 1.2
CapítuloSignificadoCitaIlustración
VRepresentación de Sir. Lucas Williams en la ceremonia en la cual es nombrado caballero de la corte por el rey. A la izquierda, se observa un pequeño león el cual simboliza la nobleza, el coraje y la majestuosidad.________  
VIEl Sr. y la Sra Hurst, junto al Sr. Darcy y la Srta. Bingley, caminando en forma elegante y lentamente hacia la residencia de la familia Bennet. Detrás, al fondo, cinco zorros; cada uno de ellos vistiendo una lechuguilla o gorguera (prenda de vestir). El zorro, animal que se caracteriza por su astucia así como por ser esquivo, está asociado al engaño y a la falsedad; representación de la actitud tanto de la Sra. Hurst como de la Srta. Bingley.   [Téngase en consideración que en este capítulo únicamente la Sra. Hurst y la Srta. Bingley realizan una visita de cortesía a sus vecinos; por lo que la ilustración no constituye una representación de una escena que haya tenido lugar.][La presente cita corresponde al capítulo IV, dado que es en éste donde se profundiza en el análisis del carácter de la Sra. Hurst y la Srta. Bingley, y no así en los restantes. El segundo pasaje, sin embargo, es del Capítulo VI, efectivamente] «Eran, en realidad, unas damas muy distinguidas; no carecían de buen humor cuando eran complacidas, ni de la capacidad de mostrarse agradables a los demás si así lo deseaban, pero eran muy orgullosas y engreídas. No carecían de belleza alguna. Por otro lado, habían sido educadas en uno de los primeros pensionados de Londres, y su fortuna ascendía a veinte mil libras. Por capricho, estaban habituadas a gastar más de lo aconsejable y a tratar con personas de alto rango. Por ende, se creían con el derecho de pensar bien de sí mismas, y de manera despreciable de los demás. Pertenecían a una familia respetable del norte de Inglaterra; una circunstancia más profundamente grabada en sus recuerdos que el hecho de que la fortuna de su hermano y la suya propia hubiera sido adquirida por medio del comercio.»

«Los modales agradables de la Srta. Bennet cautivaron a la Sra. Hurst y a la Srta. Bingley; y aunque encontraron que la madre era intolerable y que no valía la pena hablar con las hermanas menores, expresaron hacia las dos mayores el deseo de conocerlas mejor. Jane recibió esta atención con el mayor placer; pero Lizzy todavía veía arrogancia en el trato que dispensaban al resto, exceptuando quizás a su hermana, por lo que no podían resultarle agradables.»

XIIIEl olivo de la paz que el Sr. Collins envía al Sr. Bennet, su primo.

Vease Tabla 1.1
________  
XVLa Sra. Bennet enseñando al Sr. Collins sus cinco hijas, cada unas de ellas sentadas en un asiento y ocupadas en sus tareas cotidianas. Detrás, en la pared, un cartel colgado que dice: «net for sale».
En definitiva, las muchachas están siendo subastadas por su madre para que el Sr. Collins despose a una de ellas.
________  
XXIIEl Sr. Collins y Carlota Lucas haciendo una reverencia a Sir. Williams Lucas y Lady Lucas, estos últimos con títulos otorgados por el rey y por ello merecedores del tratamiento de los miembros de la corte.
Representación de la joven pareja arrodillados en agradecimiento al obtener la gracia de los padres de la muchacha luego de anunciar su compromiso.
«Se solicitó rápidamente el consentimiento de Sir William y Lady Lucas, y se lo otorgaron con la más alegre presteza. Las circunstancias actuales del Sr. Collins lo convirtieron en una pareja muy adecuada para su hija, a quien podían darle poca fortuna; y sus perspectivas de riqueza futura eran muy tentadoras. Lady Lucas comenzó inmediatamente a calcular, con más interés del que el asunto había despertado jamás en ella, cuántos años más probablemente viviría el Sr. Bennet y Sir William dio su opinión decidida, que tan pronto el Sr. Collins estuviera en posesión de la propiedad de Longbourn, sería muy conveniente que tanto él como su esposa hicieran la presentación oficial en St. James’s.»
XXIVA la izquierda, el Sr. Darcy, la Sra Hurst y la Srta Bingley tirando de un extremo de una cuerda. A la derecha, el Sr. Bingley y tres niños desnudos con alas empujando del otro,. Los tres infantes alados constituyen un putti , término italiano empleado  referirse a obras artísticas en las que se encuentran criaturas semejantes, en apariencia, a Cupido o a ángeles. Representación de la intervención por parte de la familia y los amigos del Sr. Bingley para impedir que este contraiga matrimonio con Jane Bennet.[La presente cita corresponde al capítulo  XXI, en el cual Jane Benet recibe la primer carta de la Srta. Bingley, haciéndole las confidencias que dan contexto a esta situación.] «El Sr. Darcy está impaciente por ver a su hermana; y para confesar la verdad, no estamos menos ansiosas que él por volver a verla. Realmente no creo que Georgiana Darcy tenga rival alguno en lo que a belleza, elegancia y modales se refiere. Y el afecto que inspira a Louisa y a mí se eleva a algo aún más interesante al considerar la posibilidad de que se establezca entre ella y nosotras un vínculo de hermanas (…) Carlos la admira en demasía, y ahora tendrá frecuentes oportunidades de verla en un ambiente más íntimo. Los familiares de la Srta. Darcy desean este enlace tanto como él; y creo que mi parcialidad en el asunto no me engaña si creo oportuno considerar a mi hermano como el hombre más capaz de conquistar el corazón de cualquier mujer. Dicho esto, habiendo tantas circunstancias en favor de este matrimonio, ¿me equivoco, mi querida Jane, al permitirme la esperanza de un acontecimiento que asegurará la felicidad de tantas personas?»
XXXVILizzy Bennet personificando a la diosa Temis, de la cultura griega. Sosteniendo con su mano derecha está, la balanza de la verdad y la justicia; representación de la equidad con la que se juzga a los acusados.

Vease Tabla 1.1
________  

2) La Era Georgiana Y El Periodo de la Regencia; Vestimenta.

La era georgiana, en la historia de Gran Bretaña, se extendió desde 1714 hasta 1837. Su nombre deriva de los monarcas que reinaron durante aquellos años; George I, George II, George III, George IV y William IV, descendientes de la Casa de Hannover. En cambio, el período de la Regencia hace referencia a los años comprendidos entre 1811 y 1820 en los cuales el Príncipe de Gales, nombrado entonces Príncipe Regente, relevó de sus funciones a su padre, el rey George III cuyo estado de salud se había agravado seriamente. En 1820, tras fallecer George III, su hijo mayor ascendió al trono como George IV, quien sobrevivió a su progenitor por diez años. Entre 1830 y 1837, gobernaría su hermano menor, William IV. En 1837, tras haber alcanzado la mayoría de edad, la sobrina de éste, Alexandrina Victoria, hija única del Príncipe Eduardo, duque de Kent y Strathearn, ya fallecido, asumiría el reinado dando comienzo a la era victoriana.

Jane Austen, autora de Orgullo y Prejuicio, nació en 1775 y falleció en 1817. Sus novelas, por tanto, atendiendo a su fecha de publicación, están ambientadas en el período de la Regencia, el cual se caracterizó por ciertos cambios en la forma de vestir. Como ya es sabido, en 1789 tuvo lugar la Revolución Francesa. A partir de entonces, los trajes dejaron de caracterizarse por la extravagancia y suntuosidad de los años anteriores. En cambio, la moda se inspiró en los ideales de la antigua Grecia.

a. Mujeres

Los vestidos eran sueltos y holgados, con líneas rectas, y cintura alta por debajo del busto, dejando entrever sutilmente la silueta femenina. Este tipo de prenda fue conocida como «vestido camisero». Era confeccionada con muselina de algodón, y el color predominante era el blanco. Esta tendencia se impuso a partir de 1795. La moda neoclásica, si bien perduró hasta 1820, comenzó a sufrir algunas modificaciones ya a principios de 1810. Las mangas empezaron a tener más volumen en la parte superior, y la cola de los vestidos presentaban pliegues por arriba del dobladillo; luego esta decoración cedió ante los volantes y los bordados.

Dado que estos trajes eran inadecuados para resguardar a las mujeres del frío ya fuese tanto en otoño como en invierno, se acostumbraba usar otras prendas como abrigo. Una de ellas era la llamada «pelisse». Era diseñada de forma tal que imitase al «vestido camisero». Podía ser confeccionada con lana, o con algodón o seda; en el caso de estos dos últimos tejidos el abrigo contaba con forros internos de otros materiales.

Era usual, además, utilizar gorros para complementar el atuendo; algunos de ellos con plumas. Por otro lado, el uso de bolsos de mano, conocidos con el nombre de «retículas», llegó a ser una necesidad a falta de bolsillos. Tanto uno como otro accesorio aportaban toques de color a unas ropas que solían ser sobrias en demasía.

b. Hombres

Como símbolo de la austeridad republicana, los trajes carecían ahora de cualquier tipo de adorno. El atuendo consistía en cinco piezas; la camisa, el chaleco, los calzones o pantalones, la casaca y las botas. El chaleco, de cintura alta, la casaca y, por su puesto, el calzado, solían ser de tonos oscuros. La camisa, por su parte, con cuello alto y volantes en la parte delantera, era de color blanco; además, podía ser confeccionada con muselina o lino. Entre tanto, los calzones o pantalones, eran de una tonalidad beige o blanquecina y el material empleado para confeccionar estos era el jersey o la lana. Las botas, por su parte, eran por lo general «botas de arpillera», empleadas para montar. Asimismo, empezó a usarse otro tipo de calzado para reuniones formales; los «zapatos de salón».

Estas prendas se caracterizaban, a excepción de la camisa, por estar lo más ceñidas al cuerpo posible; en especial los calzones, que se abrochaban a la altura de la rodilla, y los pantalones, que se extendían hasta la pantorrilla o el tobillo y también se abrochaban. Los uniformes de los soldados del Ejercito del Norte, comandado por Napoleón Bonaparte durante la época del Imperio, influyeron también en la vestimenta masculina. Ello explica, por ejemplo, que los calzones y los pantalones comenzaran a enrollarse en el interior de las botas. Por otro lado había dos tipos de abrigo que podían usarse según la ocasión de la cual se tratase; de montar o de vestir, ambos confeccionados con lana.

c. Oficiales

Las Guerras Napoleónicas también influyeron en el estilo de los uniformes utilizados por los militares. Sin abundar en detalles al respecto, cabe mencionar que se siguieron los mismos parámetros que para la confección de los trajes de los civiles. El mayor distintivo en su atuendo era la casaca roja, o más bien la «pelisse» que usaban. Resulta interesante mencionar que la «pelisse» era originalmente un abrigo de pieles con adornados exóticos vestido tan sólo por soldados.

d. Niños

En lo que a ropa infantil se refiere, las tendencias de aquella época ya se habían impuesto unas décadas atrás. Los bebes iban vestidos con una bata de mangas cortas y cintura alta, confeccionados con muselina, lino o algodón blanco, y abrochados en la espalda. Hasta los dos o tres años de edad, varones y mujeres llevaban la misma vestimenta. A partir de los cuatro años, los varones empezaban a utilizar el «traje de esqueleto». Éste era un conjunto que consistía en una chaqueta corta, a la altura de la cintura, y mangas largas, y un pantalón abotonado por encima de ésta y el cual se extendía, por lo general, hasta el tobillo. El «traje de esqueleto» era más holgado que las prendas de los adultos. A la edad de diez años, este atuendo era reemplazado por uno que consistía en distintas piezas: camisa blanca, de muselina o lino; chaleco sin mangas; chaqueta o casaca con faldones cuadrados que se extendían hasta la altura de la ingle; y pantalón que se anudaban con un lazo a la pantorrilla. A los quince años de edad, los varones ya vestían los mismas ropas que el resto de los hombres.

En este sentido, el atuendo de las mujeres sufría menos modificaciones. Desde pequeñas sus trajes se parecían a los de sus madres, y tan sólo el largo de sus faldas variaba. A los dieciséis años de edad, eran consideradas señoritas, por lo que el dobladillo de sus vestidos, que llegaba hasta los tobillos, se extendía hasta tocar el suelo.

El título del capítulo I y del capítulo XLVI están escritos de puño y letra de Hugh Thomson. La razón de ello resulta incierta. Es factible que todos los dibujos de Hugh Thomson tuviesen alguna indicación manuscrita. Por lo tanto, al entregarlos a la editorial George Allen & Co, pudo haberse omitido el recorte de aquellas palabras de forma no intencional. Lo mismo sucede con respecto a la última ilustración del libro; aunque en este caso se advierte un claro propósito de mantener intacto el ejemplar original.

*Ordenados por asunto y relevancia

La vida de Thomson

Hugh Thomson, RI (1860-1920). Chris Beetles Gallery. Recuperado de: https://chrisbeetles.com/artists/thomson-hugh-ri-1860-1920.html

The Illustrations of Hugh Thomson; por Lottie Willsmore [May 13, 2019]. Rooke Books. Recuperado de: https://www.rookebooks.com/journal/the-illustrations-of-hugh-thomson/

Thomson, Hugh; por Maria O’Brien [Oct, 2009]. Dictionary of Irish Biography. Recuperado de: https://www.dib.ie/biography/thomson-hugh-a8538

Era Georgiana & Período de la Regencia

Hanover. Britannica, T. Editors of Encyclopaedia [Feb 3, 2024]. Encyclopedia Britannica. Recuperado de: https://www.britannica.com/place/Hanover-historical-state-Germany.

House of Hanover. Britannica, T. Editors of Encyclopaedia [Nov 16, 2023]. Encyclopedia Britannica. Recuperado de: https://www.britannica.com/topic/House-of-Hanover

George III; Watson, J. Steven [Abr 24, 2024]. Encyclopedia Britannica. Recuperado de: https://www.britannica.com/biography/George-III.

George IV. Britannica, T. Editors of Encyclopaedia [Mar 6, 2024]. Encyclopedia Britannica. Recuperado de: https://www.britannica.com/biography/George-IV.

William IV. Britannica, T. Editors of Encyclopaedia [Abr 16, 2024]. Encyclopedia Britannica. Recuperado de: https://www.britannica.com/biography/William-IV-king-of-Great-Britain.

Georgian England; Story of England, Georgians. English Heritage. Recuperado de: https://www.english-heritage.org.uk/learn/story-of-england/georgians/

Moda

1800-1809, 19th century decade overview; por Harper Franklin [Jun 25, 2020]. Fashion History Time Line. Recuperado de: https://fashionhistory.fitnyc.edu/1800-1809/

1810-1819, 19th century decade overview; por Harper Franklin [Jun 1, 2020]. Fashion History Time Line. Recuperado de: https://fashionhistory.fitnyc.edu/1810-1819/

Pelisse; por Kenna Libes, 1790-1799, 1800-1809, 1810-1819, 19th century, P, term definition [Jun 1, 2020]. Fashion History Time Line. Recuperado de: https://fashionhistory.fitnyc.edu/pelisse/

Georgian Fashion: British fashion and clothing in the 18th and 19th century, the Georgians and Regency period; por Ben Johnson. History UK. Recuperado de: https://www.historic-uk.com/CultureUK/Georgian-Fashion/

The art of dressing: shaping fashion in Georgian England; por Lucy Ellis. Art UK. Recuperado de: https://artuk.org/discover/stories/the-art-of-dressing-shaping-fashion-in-georgian-england

Fashion Revolution: Unveiling The Glamour And Elegance Of 18th-Century Fashion. Fashion & Law Journal; por Saloni Gaikwad. Recuperado de: https://fashionlawjournal.com/fashion-revolution-unveiling-the-glamour-and-elegance-of-18th-century-fashion/

Women’s Fashion in the 18th Century. The Kyoto Costume Institute. Google Arts & Culture. Recuperado de: https://artsandculture.google.com/story/yQVxozIBUz__KQ

Sigue mi actividad

Compártelo

Relacionado

La abadía de Northanger, de Jane Austen
Reseña elaborada por Eleonor Nolan,27 de Octubre, 2020. Village near a Pool, by Meindert Hobbema. Recuperado de htt...
La loca de Chaillot, de Jean Giraudoux
Reseña elaborada por Eleonor Nolan,29 de Septiembre, 2022. Au Café (circa 1920), por Jean-Louis Forain. Recupera d...
Entrevista a Edgar Allan Poe y Gastón Leroux
Entrevistador: Buenas noches, una vez más, a nuestra querida audiencia. En este programa, que se llama "Y ust...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *