Artículo elaborado por Eleonor Nolan,
19 de Agosto, 2020.

Sinopsis:
▪El misterio detrás de la muerte de Margarita Gautier:
Los hechos de la historia que pretende ser relatada nos son dados a conocer a partir de ciertas circunstancias posteriores al desenlace fatal de aquella. En la primer escena que se nos describe, un joven de veinticinco años se encuentra frente a un cartel de la calle Laffite, de la ciudad de París, que anuncia una subasta para el día dieciséis de marzo del corriente año, 1847, en la calle d’Antin, número 9; podrían ser efectuadas visitas para examinar los objetos y muebles los días trece y catorce.
Este caballero decide ir a la mañana del día siguiente a examinar el piso y nota allí la presencia de numerosas mujeres de la alta sociedad parisina que curioseaban por las distintas habitaciones excéntricamente dispuestas. La propiedad había pertenecido a una cortesana fallecida el pasado mes de febrero conocida por todos con el nombre de Margarita Gautier.
…los objetos para comprar eran muchos, lujosos y variados. El mobiliario era soberbio. Muebles de palo de rosa y de Boule, copas de S’evres y de China, estatuitas de Sajonia, raso, terciopelo y encajes; nada faltaba allí.
(La dama de las camelias, ediciones Gradifco, año 2013, página 13).
El día dieciséis, por la tarde, tiene lugar un incidente que llama la atención de todos los asistentes a la subasta.
-Un volumen, perfectamente encuadernado, con cantos dorados, titulado Manon Lescaut. Hay algunas palabras escritas en la primera página. Diez francos.
(La dama de las camelias, ediciones Gradifco, año 2013, página 26).
-Doce -dijo una voz después de un silencio bastante largo.
-Quince -dije yo. ¿Por qué? No lo sabía. Sin duda por aquella cosa escrita.
-Quince -repitió el tasador.
-Treinta -dijo el primer postor en un tono que parecía desafiar el que pujaran más. Esto se tornaba en lucha.
-¡Treinta y cinco! -grité entonces en el mismo tono.
-Cuarenta.
-Cincuenta.
-Cien.
Nuestro personaje añade su nombre en la lista de compradores y se retira del recinto. Una hora más tarde recibe el ejemplar de Manon Lescaut en su casa.
Sobre la primera página había escrito con tinta y con letras elegantes la dedicatoria del donante del libro, que constaba sólo de estas palabras:
«Manon a Margarita
(La dama de las camelias, página 27).
en prueba de humildad.»
Estaba firmada por Armando Duval.
Unos días más tarde, un desconocido llama a su puerta. Su criado va a abrir y vuelve con una tarjeta de presentación. La misma decía: Armando Duval.
El señor Duval era un muchacho de la misma edad que el dueño de casa; de estatura alta, de cabellos rubios; iba vestido en aquel momento con un traje de viaje. Viendo a su interlocutor atónito por su presencia, se disculpa y le comunica que desea comprar el libro que ha adquirido en la subasta. Aquel, en cambio, decide regalárselo.
No he conocido a la señorita Gutier más que de vista -le dije-, su muerte me ha hecho la impresión que causa en un hombre joven la muerte de una mujer bonita a la cual tenía en gusto encontrar. He querido comprar alguna cosa en su venta y me empeñé en pujar sobre ese libro, no sé por qué, quizá por el placer de hacer rabiar a un señor que se había echado encima y parecía desafiarme a que no lo tuviera.
(La dama de las camelias, páginas 35 y 36).
Conmovido, el señor Duval agradece el obsequio y le enseña al caballero una carta que llevaba consigo escrita por Margarita. Cuando aquel termina de leerla, y se la devuelve, Armando se lleva el manuscrito a los labios derramando unas lágrimas.
-Cuando pienso -continuó-, que ella ha muerto sin que yo haya podido verla otra vez y que ya no la veré más; cuando pienso que ella ha hecho por mí lo que no hubiera hecho una hermana, no me perdono haberla dejado morir así pensando en mí y pronunciando mi nombre(…) Yo creía que era a mí a quien tocaba perdonarla, y ahora soy yo el que me encuentro indigno del perdón que me concede.
(La dama de las camelas, páginas 38 y 39).
Trás tal confidencia, el Sr. Duval decide irse, pero no sin antes prometerle a su benefactor que algún día le dirá la razón de su sufrimiento.
▪Los últimos cinco años de vida de la dama de las camelias:
Para entrar en detalle debemos remontarnos a un día cualquiera del año 1842; la primera vez que Armando Duval vio a la cortesana.
…fue en la plaza de la Bolsa, a la puerta de Susse, al bajarse de una calesa. Iba vestida de blanco y un murmullo de admiración había acompañado su entrada a la tienda.
(La dama de las camelias, página 61 y 62).
El joven quedó impresionado de tal manera con la belleza y elegancia de la muchacha que fue incapaz de moverse de donde estaba parado hasta que la susodicha partió en su carruaje. Unas semanas después tuvo ocasión de serle presentado formalmente.
Por aquel entonces, Armando desconocía el oficio que desempeñaba Margarita. Tenía una cierta sospecha al respecto pero la sola idea de que fuese una joven de vida ligera era una tortura insoportable para él.
Hay un libro de Alfonso Kan, titulado Am Rouchen, un hombre que sigue durante la noche a una mujer muy elegante y hermosísima, de la que se enamora a primera vista(…) Apenas si se atreve a mirar el torneado tobillo que ella descubre para no manchar su vestido con el contacto del suelo. Mientras sueña en lo que podría hacer para poseer a esa mujer, ella lo para en la esquina de una calle y le pregunta si quiere subir a su casa. Él le vuelve la cabeza, atraviesa la calle y regresa a su casa tristemente.
(La dama de las camelias, página 63).
La forma de comportarse de Margarita, y la compañía de la que se rodeaba, dejaron en claro que era una cortesana la noche en que Armando se encontró frente a ella en su palco de la Ópera Cómica mientras lo humillaba y se burlaba despiadadamente de él.
Tras dos semanas de aquel episodio, Margarita se enfermó del pecho y se la dejó de ver en los teatros de París que solía frecuentar. Armando, por su parte, efectuó por un largo período de tiempo diversos viajes fuera del país. Así transcurrieron un poco más de dos años.
Una velada primaveral de 1845, Armando se reencuentra con la dama de las camelias.
Si, era una velada como ésta. Yo había pasado el día en el campo con mi amigo Gaston R… Por la noche regresamos a París y no sabiendo qué hacer, entramos en el teatro de Varietés.
(La dama de las camelias, página 61)
Ya fuese para sanar su orgullo o porque la amaba desde el primer día en que la vio, Armando se mostró preocupado por su estado de salud y despertó el interés de la cortesana. Esa misma noche hicieron un pacto de amantes.
Las primeras setenta y dos horas de su romance fueron de una vertiginosidad tal que hubiera bastado para volver loco a cualquiera. Armando abandonó a su querida al segundo día de iniciadas sus relaciones y al tercero le suplicaba que lo aceptase de nuevo a su lado. Aquellos días datan del mes de abril.
Los meses siguientes, Armando tuvo por costumbre consentir los caprichos de Margarita a la vez que trataba de hacer caso omiso de los lazos que se veía obligada a mantener con otros hombres para solventar los gastos de una vida repleta de comodidades a la que se había acostumbrado y que le era imprescindible conservar. Sin embargo, dos meses después, Margarita se entregaría al amor que sentía por él y abandonaría a todos sus pretendientes aun sabiendo que la pasión que los unía llegaría a su fin.
En septiembre, Margarita puso punto final a su enlace y Armando decidió marchar al campo para olvidarla; pero volvería a Paris en octubre para ajustar cuentas con su antigua amante. Las festividades de fin de año encontrarían a la joven en Londres, alejada de la sociedad parisina para disipar las infamias esparcidas contra ella por Armando. Recién regresaría a París en marzo de 1846 y ochos meses más tarde se hallaría gravemente enferma y al borde de la muerte.
Critica:
▪Líneas temáticas sin resolver:
a) El pasado de Margarita:
Sabemos que de pequeña se crió en el campo y que al llegar a París no sabía ni siquiera leer y escribir. Pero no sabemos cómo se trasladó a la ciudad parisina, cómo logró subsistir en ella los primeros meses o años, cómo adquirió el grado de educación que después ostentaba ni cómo llegó a adquirir la notoriedad de la cuál gozaba. Son cuestiones que quedan en un simple esbozo ya que el autor no se ha tomado el trabajo de desarrollarlas.
b) Las camelias rojas:
Margarita acostumbraba utilizar un ramo de camelias blancas para completar su tocado. Aquel ramo era desplazado por uno de camelias rojas en ciertas ocasiones; supuestamente cinco días al mes. Sobre esta cuestión no hay ninguna aclaración al respecto a lo largo de la novela lo cual es claramente un desacierto por parte de Alejando Dumas (hijo) al plantear una incógnita en apariencia sustancial pero que no vuelve a tomar relevancia en el libro.
▪Imprecisión en las fechas en que los sucesos tuvieron lugar:
Sólo son mencionadas de manera exacta dos fechas; el 12 de marzo de 1847 y noviembre de 1842. La primera da inicio al relato de la novela con la excusa de la subasta y la segunda hace referencia al regreso de Margarita a París luego de su viaje a Bagnères con motivo de su enfermedad. Ninguna otra fecha es mencionada en el relato. Las fechas especificadas en este artículo son resultado de una deducción aproximada teniendo en cuenta algunos datos proporcionados por los personajes.
▪Escritura desprolija y desordenada:
Alejandro Dumas (hijo) prolonga determinadas escenas sin pasar a otras más relevantes; efectúa saltos temporales que hacen perder al lector; y no coloca pausas gramaticales entre que cada acontecimiento lo que ocasiona fatiga en la lectura.
▪Diálogos forzados:
Hay fragmentos escritos de manera teatral que pretenden inducir al lector a realizar reflexiones morales. Los mismos no aportan riqueza a la novela y resultan exagerados.
▪Argumento:
La trama es atractiva pero el relato está mal elaborado. El libro es un buen borrador de lo que hubiese sido una gran novela en manos de otro escritor como, por ejemplo, su padre.
Curiosidades:
▪La novela está inspirada en la vida de Marie Duplessis:
¿Quién fue Marie Duplessis? Se trató de una mujer muy hermosa que llegó a ser conocida en la Francia del siglo XIX por sus intrigas amorosas con hombres de destacada posición social. Era una dama interesada en los lujos y en guardar las apariencias, capaz de manipular a sus admiradores para obtener de ellos precisamente lo que deseaba. Capaz, también, de ostentar una sensibilidad de la que carecía para llamar la atención de los pocos caballeros que se resistían a sus encantos.
Algunos de los hechos relatados en la novela sucedieron en la vida real. Sin embargo, el personaje de Margarita Gautier es una creación romántica que no guarda similitud con el carácter de Marie Duplesis. Por otra parte, la forma en que la vida de aquella llega a su fin es mucho más trágica que lo que experimentó la propia Marie Duplesis.
▪La novela tuvo gran éxito pese a su escaso valor literario:
Algunas de las relaciones más escandalosas de Marie Duplessis fueron con el propio Alejandro Dumas (hijo) y con el renombrado compositor y pianista Franz Liszt. También estaba bien conectada con el Conde François-Charles-Edouard Perregaux con quien se casó en Londres. Durante un año, Marie Duplessis usó su escudo de armas como Condesa aunque su matrimonio no era legal en Francia.
Estos pormenores eran conocidos en todo París por lo que el libro cobró rápidamente notoriedad cuando fue publicado en 1848 ya que se sabía que la trama estaba basada en la vida íntima de aquella mujer.
Bibliografía:
– En coulisses – Théâtre des Champs-Elysées. La vraie histoire de Marie Duplessis. Recuperado de https://blog.theatrechampselysees.fr/la-vraie-histoire-marie-duplessis/
-Historia Universal. Marie Duplessis. Recuperado de https://aminoapps.com/c/historia-universal-9046801/page/item/marie-duplessis/4Q8L_B4ivINPbzkjd1742xJLM67NmzenXK
-Normandy Then and Now. The Gacé Girl Who Became A Paris Queen; La Dame Aux Camélias. Recuperado de https://www.normandythenandnow.com/the-gace-girl-who-became-a-paris-queen-la-dame-aux-camelias/
-Sandra Ferrer Valero, (27 de diciembre de 2015). Mujeres en la Historia. La dama de las camelias, Marie Duplessis (1824-1847). Recuperado de https://www.mujeresenlahistoria.com/2015/12/la-dama-de-las-camelias-marie-duplessis.html
Comparto la opinión sobre el valor literario de la obra pese al éxito obtenido.